Esto es más una telenovela que una sitcom, una serie de televisión o un programa de televisión (un término muy vago en realidad): 14 temporadas (de 1978 a 1991) y 357 episodios. Dallas contó la historia de la Ewing, una rica familia petrolera texana llena de dramas personales y dividida por feudos internos: era un producto único, con personajes complejos, conspiraciones convincentes, giros frecuentes (especialmente el que se relacionaba con aquellos que habían disparado a J.R., entre la segunda y tercera temporadas).
Dallas termina con J.R. que ha sido virtualmente derrotado por Cliff Barnes y está pensando en acabar con el Bourbon en una mano y la pistola cargada en el otro. Pero entonces Adán aparece, una clase de alcohol que demuestra a J.R. cómo sería si él nunca existiera (el mismo mecanismo usado en vida es maravilloso que Frank Capra).
Habría cambiado todo, pero sería necesario contar muchos párrafos. Hay también un diálogo en el cual J.R. pregunta a Adán si él es un ángel y él le dice que sea enviado por el diablo (y hace la risa que usted esperaría de alguien que acaba de decir esto). J.R. despierta y piensa que tal vez fue sólo un sueño, pero luego en el espejo delante de él ve Adán (ahora Vestido de rojo) que le invita a cometer suicidio. Oyes un disparo, pero no ves lo que pasa