¿qué hacés, Negro? El show comenzaba cuando Chirolita, prototipo del bonaerense irónico, saludaba sentado en las rodillas de su factor con la locución “¿qué hacés, Negro?”. La gracia residía en el contraste de entreambos astros: Chasman era un caballero elegante, de verbo refinado, que fumaba con garbo mientras tanto intentaba educar al pequeño pícaro y disuadirlo de ejecutar chistes fáciles. Aunque existe el relato injusto de que los ventrílocuos hablan con el vientre, Gamero reconocía que su secreto consistía en torcer poco los labios y disimularlo con su cigarrillo.
Durante 46 años concurrió con el títere a toda clase de entornos y, según cuentan los informantes de aquellas antológicas presentaciones, tenía escaparates compactos de atuendos: un modelo para él y otra copia literal, pero diminuta, para Chirolita. La asociación entre ventrílocuo y muñeco atravesó momentos teatrales, como cuando en los años 70 Chirolita fue secuestrado y debió pagarse un rescate en el Monumento a los Españoles.
En otra ocasión el maletín que lo guardaba fue robado del coche de Gamero, quien horas más tarde recibió un llamado telefónico. “nos equivocamos, Chasman, díganos dónde se lo dejamos”, reconoció uno de los estafadores. Pensaban que iban a encontrar dinero, aunque admiraban a Chirolita y cuando vieron que el botín era él lo devolvieron. Triste, solitario y final Fumador consuetudinario, Gamero había sido tratado del corazón en la Fundación Favaloro en 1994 y desde entonces eran asaz comunes sus visitas al Hospital Argerich (algunos facultativos aseguraron que solía llegar seguido por el muñeco).
El 26 de abril de 1999 ingresó a ese nosocomio para hacerse un examen, no obstante se le detectó un cuadro anémico y una cardiopatía severa que aconsejaron su internación. Allí estuvo casi un mes, incluso que tras una descompensación fue trasladado a la Unidad Coronaria. Casado dos veces y procreador de dos Hijos, rené y sandra, Mister Chasman murió el 20 de mayo de 1999, poco previamente de cumplir 61 años, y con él además se fue Chirolita.
El Dr. José Tarzibache, su facultativo de cabecera, afirmó por aquellos días: “gamero estaba apagado, se quejaba por la falta de trabajo. Todo eso lo llevaba a un gran estado de congoja y por ahí descuidaba su salud”. Su compañero de residencia en el Hospital, jorge Ruiz, contó que “no quería comer siquiera vivir, hasta Chirola lo había abandonado”.
Otro paciente mencionó que Gamero le había confiado que se encontraba mal económicamente y, en broma, que Chirolita siempre le sacaba las esposas. Un destino incierto Pocos meses posteriormente de la muerte de Chasman trascendió la conjetura de que su Viuda, noemí “mimí” Farias, tenía finalidades de subastar a Chirolita. “varias personas me ofrecieron quedarse con él, empero ninguno me garantiza que vayan a honrar su historia.
A mí me entusiasmó la idea de obrar una fundación o montar un museo, empero me resulta imposible. Y a medida que pasa el tiempo la parte emotiva vuelve a salir. Y yo quiero cicatrizar un ciclo. Me llegaron a sugerir que lo enterrara cerca de Chasman, una barbaridad”, declaró la viuda del ventrílocuo al Periodista alberto López Girondo. Desde la ausencia de su creador, Chirolita descansa en la bóveda de seguridad de un banco. Su futuro es un enigma.