Cómo falleció Alberto Olmedo: en la mañana del 5 de marzo del ’88, seguidamente de la función de “Éramos tan pobres” adonde era protagonista (teatro Neptuno, Mar del Plata), Olmedo y Nancy, su última pareja, se encontraron en el departamento del piso 11 del bloque Maral 39, Boulevard Peralta Ramos 3675, frente al océano y a la Playa Varese, adonde él alquilaba.
Cuando llegó, ella ya estaba allí y había redactado “te amo” en el espejo del tocador. Se dice que esa noche iba a ser de reconciliación, y de una gran noticia: “vas a tener tu sexto hijuelo. Estoy embarazada, y si es hombre será otro Albertito”, le expresaba Nancy a Alberto Olmedo. Tomaron mucho champán y un poco antes de las ocho de la mañana, él se montó sobre la baranda del balcón, a cuarenta metros de altura.
La barandilla estaba húmeda por el rocío de la noche, más el licor y la cocaína encontrados seguidamente en su cuerpo por los peritos, provocaron el repentino suceso. Alberto Olmedo resbaló y quedó colgado a 11 pisos de altitud.
Unos segundo a posteriori, Alberto Orlando Olmedo, en caída libre impactaba contra el césped de la planta baja del inmueble.
Respiró escasamente unos segundos y falleció. En un primer tiempo se habló de suicidio, sin embargo luego de las pericias y de las afirmaciones, el juez Pedro Federico Hoft determinó “muerte por accidente”. Lo enterraron en el Panteón de Actores de la Chacarita en Bs As, Argentina. Plácida Isidora, su mamá, recién arribada de La Rioja, no resistió el disgusto: murió de un infarto esa misma tarde. Tenía 77 años.
Silvia Pérez además se refirió a si, luego de la muerte de Olmedo, fantaseó con la noción de la muerte: «Suicidio no, luego yo sentía que no tenía ganas de existir. No tenía ganas de hacer nada y culpa por advertir eso por mi hija. Estaba en la India y le pedí al Creador que me ayudara». Además, la ex pareja de uno de los máximos ídolos del espectáculo nacional compartió su visión sobre el funesto desenlace de Olmedo: «Es insólito lo que pasó porque él siempre me alejaba de ese balcón las ocasiones que fui a ese departamento, en Mar del Plata. Es cierto que con las drogas se experimientan emociones atípicas. Pero él tenía un sentir que tenía que ver con las no ganas de vivir». Para cerrar el asunto, la actriz reveló que no pensó qué hubiera ocurrido de no haber agonizado Alberto Olmedo: «El destino es el destino», concluyó.