En 1960, Narciso Ibáñez Menta, maestro de galanes, triunfaba en la televisión argentina con las series basadas en Edgar Allan Poe Obras maestras del terror. En ellas, su hijuelo Narciso Ibáñez Serrador, más conocido como Chicho, ejercía de adaptador con el pseudónimo Luis Peñafiel y además era coprotagonista en muchos episodios.
El éxito conseguido fue importante y espectacular. Durante muchos años años arrasaban hasta que la fórmula se fue agotando y entonces se decidió cambiar de aires, viajando a la Madre Patria para reiniciar una nueva marcha triunfante empero esta vez la seriecambió de nombre, llamándose Historias para no dormir, todo un culto de la televisión dirigido esta oportunidad por Chicho Serrador, abandonando su carrera de galán que asumió en contadas veces.
Las nuevas entregas españolas estaban basadas en la anterior fase argentina, cuya efectuación había caído en manos del artífice Narciso Ibáñez Menta, indiscutiblemente el mejor comediante del género utópico nacido en España.
La serie española verdaderamente era un clon de la argentina, en España se encumbró deprisa a Chicho como padre de la misma olvidándose de los premios de su ilustre progenitor. Desgraciadamente no se conservan, a excepción de algunos eventos, de ese material no obstante existe una traducción cinematográfica llamada como la colección original, Obras maestras del terror (1960) dirigida de nuevo por Narciso Ibáñez Menta, protagonista absoluto de los tres episodios, sin embargo por razones sindicales firmara como creadorEnrique Carreras, un director todoterreno de biografía eclética con títulos de Gaby, Fofo, Miliki y Fofito o cantantes de moda.
Los tres eventos son modélicos y reproducen al detalle sus originales televisivos y resulta enormemente curioso que, años a posteriori, cuando Chicho Serrador las adaptó en la Televisión Española creara clones perfectos de los mismos asimismo en los pequeños detalles. El caso del doctor Valdermar, el que abre la cinta, está adecuadamente resuelto no obstante no es el mejor de los tres, siendo asaz superior El barril del amontillado con Carlos Estrada (un actor que triunfó en el séptimo arteespañol) en el papel del buhonero seductor.
En ambas adaptaciones destaca su perfecta ambientación digna del mejor cinematógrafo americano de la Universal y enormemente superior al admirable español que se puso de actualidad años después. El tercer episodio, El corazón delator, es un desafío interpretativo de padre e hijo en dos legajos antagonistas. El anterior como un usurero tuerto de corazón mezquino, el segundo como un impresionante y cínico psicópata.
Chicho nos resulta irreconocible sin barba y tan joven, nos demuestra que como actor no era tan nulo como se nos dijo, no obstantequizás por su matiz de voz algo chillón prefiriera desistir esta faceta y es lástima porque aquí daba excelentes resultados.