El 29 de septiembre de 1985 se estrenó en la televisión estadounidense la clásica serie que puede jactarse, entre otras cosas, de haber introducido un nuevo verbo en el lenguaje popular.
MacGyver, nombre de la serie y de su protagonista (de quien seguramente casi nadie recuerda su nombre de pila: Angus) designa hoy en día la acción de resolver de manera ingeniosa e inventiva un problema de considerable seriedad, utilizando para ello elementos y herramientas sencillas y usuales.
Parte del gran encanto de la serie y la gran repercusión que tuvo, se debe al tono realista y “científico” que tenía, lo que hacía que los MacGyverismos, que en otra situación hubieran parecido imposibles y disparatados, aquí fueran asombrosos pero verosímiles.
De hecho, todas las soluciones que MacGyver implementó en la serie tienen su fundamento científico, aunque muchas veces, algunas partes del proceso para crear la solución no se mostraba.
Según los productores, esto se hacía para prevenir que los niños que estuvieran viendo la serie intentaran hacer esos mismos experimentos y resultaran heridos.
De todas maneras, a fines de los 80, cuando la serie ya era un gran éxito, dos jóvenes se dispusieron a construir una bomba casera en su garaje, que detonó inesperadamente, matando a uno de ellos. El otro joven, dijo que habían hecho el experimento basados en un episodio de MacGyver, pero rápidamente se demostró que esto no era cierto, ya que no existía tal episodio.