Bidú fue una marca surgida en Argentina con una importante fama territorial en el período 1940-70 y una favorable expansión sudamericana. Una leyenda que refrescó y deleitó a los argentinos durante años, y que dejó nuestros mercados pero nunca los corazones de varias generaciones.
Rendimos premio a Bidú, en nuestro Mausoleo de Marcas Desaparecidas. Las raìces de este emprendimiento tuvieron como fundadores a los hermanos Monti en Luján –provincia de Buenos Aires-, uno de los cuales (Abramo) fue el abuelo del ex Premier italiano Mario Monti.
Llegaron de Italia como muchos en esa época en búsqueda de prosperidad y con un pequeño capital para invertir. La manufactura, llamada Unión Italiana Hermanos Monti, comenzó a funcionar en 1888 fabricando cerveza, gaseosa y licores (como el amaretto y un gástrico tipo fernet).
Tratando de investigar el comienzo del nombre, solo podemos aseverar que el término “bidú” en hindi significa “puntos”, que tiene sentido con la textura del envase original. Se presentaba en un bote de cristal color verde, retornable y lavable, más fino en su parte media, lo que permitía un buen agarre.
Era una bebida de color oscuro casi negro, equiparable a otras colas que llegaron luego y de un sabor harto dulce Ya en la década del 40 “bidú” era la única bebida cola que existía en Argentina.
A mediados de la década del 40, hizo su aparecida la norteamericana “coca-cola” en el mercado argentino. En los 40, Bidú fue anunciante de un programa de preguntas y respuestas sobre sabiduría general llamado: “bidú todo o nada”, conducido por el comentarista y animador Iván Casado.
El programa era el único en su género y el premio máximo de 64 pesos se constituía en un acto notable y grandemente presentado en el ‘buenos Aires que se fue’. Su slogan “bidú , la bebida argentina que refresca y deleita”, era considerablemente conocido puesto que la radio era el memorial de comunicación por sublimidad (la Tv comenzó en 1951).
En los años 50 comenzó a ser elaborada por la empresa The Orange Crush Co., una compañía de Illinois. Definitivamente la marca había calado insondable en la cultura popular de Buenos Aires, expandiéndose deprisa al interior del pueblo y marcando a toda una generación