corrían los últimos años 70. Recuerdo que era adolescente y aun resistía la moda del pelo largo. Soy el mas joven de 4 hermanos, tres hombres y una mujer, y siendo el mas chico fui al que le toco vivir con «la vieja».
Me queda un buen recuerdo de ella, era de esas madres como las que hoy es difícil encontrar. Fue madre y amiga. Supo aconsejarme y también corregirme haciéndome ver que me equivocaba.
Por aquellos tiempos existían todavía los viejos almacenes de barrio. Aquel viejo negocio de los Mahon. Aun recuerdo su apellido. Un matrimonio ingles que habían escapado de la guerra en Europa en busca de un poco de tranquilidad del otro lado del Atlántico. Recuerdo el intenso perfume a quesos y fiambres que se olía cuando abrias la puerta de su almacén. Esos aromas de alimentos genuinos, los de aquellas épocas.
Mi madre me mandaba siempre a hacer los mandados de los Mahon. todavía hoy lo recuerdo. Nene, por favor anda de Mahon y dale esta lista para que te de estas cosas. Y me entregaba un papel que habia escrito con los alimentos que le servían. Ah, nene decile que te lo anote, que a fin de mes le pagamos…..
Si existía un solo motivo por el cual me encantaba hacer los mandados era para odorar esos aromas increíbles que salían de ese almacén de barrio. Cada vez que comprabamos para la semana, entre los quesos, mortadela, manteca, pan, leche, etc, nunca podía faltar una o dos botellas de buen tinto Vaschetti! Por aquellos tiempos el vino se tomaba rigurosamente con la formula, un cuarto de vino y tres cuartos de soda.
Aun siguen vivas en mis recuerdos, cuando ya contaba con 20 y tantos, las hermosas noches de verano, un calor terrible, silla, jarra llena de vino soda y cubitos, ronda con los vecinos y conversaciones hasta las 1 o 2 de la mañana, para esperar que refresque un poco.
Siempre vino Vaschetti tinto, era un clásico. Y si no había, Viejo viñedo siempre tinto. El vino Toro era para los fines de semana. Fueron periodos felices y tranquilos. Crecimos sanos y sin problemas psicológicos como muchos niños de hoy.
A veces convidaba el vecino, a veces convidaba yo, que lindos tiempos. Como dice el titulo, crecimos entre viejos almacenes, y rico vino Vaschetti