El Estanciero es un juego de mesa con mecánica similar al Monopoly pero con tema adaptado a la geografía Argentina. El juego se vende en Argentina desde 1942, publicado por Lugano Toys.
El tablero numerado está organizado en provincias argentinas (Formosa, Río Negro, Salta, Mendoza, Santa Fe, Tucumán, Córdoba y Buenos Aires) que están divididas a su vez en distintas zonas (Sur, Centro y Norte).
El objetivo del juego es comprar una a una las zonas para completar las provincias y, una vez completas, agregarles chacras o estancias, que aumenten el valor del alquiler que debe pagar aquel jugador que pase por allí. También se pueden comprar compañías (ingenio, compañía petrolera y bodega) cuyo impuesto por pasar es de: «teniendo 1 compañía: 100 veces lo que indiquen los dados», «teniendo 2 compañías: 200 veces lo que indiquen los dados» y «teniendo 3 compañías: 300 veces lo que indiquen los dados».
Además, es posible adquirir ferrocarriles. En este caso al pasar se pagará: «teniendo 1 ferrocarril $500», «teniendo 2 ferrocarriles $1000», «teniendo 3 ferrocarriles $2000» y «teniendo 4 ferrocarriles $4000». Al completar todas las zonas se obtiene la provincia, luego se pueden comprar las chacras (los precios de las mismas están en las tarjetas de escritura).
Las chacras se colocan en las distintas zonas o campos de la provincia (sur, centro y norte)y (no hace falta caer en dicha casilla para poner algo sino que sólo sea tu turno) y luego con cuatro chacras obtenidas, se puede obtener una estancia (4 chacras más el pago de la estancia que indica la tarjeta de escritura). En cada campo se puede colocar chacras, el máximo es cuatro por zona (campo) y no puede haber diferencia de dos entre los campos.
Por ejemplo: en una zona puede haber una chacra, en otra dos y en otra tres; pero no puede haber: en una zona una chacra y en otra tres; ni puede haber una chacra en una zona, dos en otra y 4 en otra. Si se posee el dinero, se puede comprar una estancia directamente (es más cara). Respecto de la largada, los campos más lejanos son los más caros: como el caso de Bs. As. y Córdoba.
Por esto el alquiler que cada jugar paga si cae en ese casillero al jugador que lo posee es más caro. Los precios del alquiler varían si el campo posee chacras, estancias o no (campo sólo), y estos precios se encuentran al dorso de las tarjetas de escritura.