Este pájaro carpintero es uno de tantos juguetes que han llegado a los laboratorios de física y gabinetes escolares para aclarar cómo se conjugan la atracción, la fricción y el momentum para sostener picoteando al carpintero y permitirle acabar rítmicamente. Alrededor del principio físico que lo gobierna, examinaremos algunos de los muchos juguetes que la creatividad de los inventores ha indicado a las oficinas de patentes de invención.
Una de las lecturas populares del pájaro carpintero salió últimamente más de sesenta años como premio en cajas de cereal; es en gran medida equiparable al tipo de madera que ocasionalmente se encuentra en el mercado. La primera patente de un pájaro carpintero que baja picoteando por un tronco, se otorgó en 1928 a J.w. Snedecker bajo el número 1677463, empero mucho antes de él, ya se habían certificado juguetes similares si bien con otra materia de muñeco.