Analicemos esta bonita melodía:
“Abuelito, dime tú, qué sonidos son los que oigo yo”
Bien. Heidi es un personaje supuestamente joven, mientras que su
Abuelito es, consecuente y visiblemente, mayor. El hecho de que
Heidi pida información a su abuelo sobre los sonidos, cuando lo
lógico sería que ella oyera bastante mejor que su pariente, puede
implicar, básicamente, una de las dos circunstancias siguientes:
– Que Heidi padeciera una enfermedad congénita en el oído, o bien
hubiera sufrido un accidente que limitara su capacidad auditiva,
que hacía que oyera peor que su abuelo, quien probablemente tenía
una edad 10 veces mayor.
– Que sus sentidos, así como sus reflejos, estuvieran alterados
por alguna razón.
“Abuelito, dime tú, por qué en una nube voy”
Esta segunda frase de la canción confirma una y sólo una de las
posibilidades anteriores. En efecto, se confirma que el estado
mental de Heidi estaba de algún modo alterado, hasta el punto que
la pequeña Heidi podía tener alucinaciones, ver o sentir cosas no
reales.
“Dime porqué huele el aire así”
Nuestro argumento adquiere más fuerza a medida que se avanza en la
letra de esta canción. Heidi nota un extraño olor en el aire,
pero, debido a su estado, no acierta a identificarlo, aún siendo
evidente el origen de este hedor, como veremos más adelante.
“Dime porqué yo soy tan feliz”
El estado de euforia injustificada de nuestra protagonista es
evidente. El hecho de preguntar a una persona externa sobre su
felicidad (cuando lo razonable sería que ella misma supiera el
origen de tal alegría), refuerza la teoría de que Heidi estaba
mentalmente excitada.
“Abuelito, nunca yo de ti me alejaré”
Viendo cuan feliz estaba la niña, afirma que quiere mantenerse en
ese estado, y para ello es necesario permanecer cerca del abuelo.
CONCLUSIONES:
1. Heidi se encuentra en un estado de conciencia alterada.
2. El aire huele raro.
3. Siente una felicidad absurda.
4. Manifiesta su dependencia de otro personaje.
Luego, la conclusión global es la siguiente:
Heidi era una consumidora habitual de estupefacientes, más
concretamente, fumadora de derivados del cannabis (*****,
Hachís), lo que le proporcionaba un estado artificial de alegría y
euforia. Además, puede deducirse que su Abuelo, contrario a
cualquier sentido de la protección por su nieta, le proporcionaba
tales sustancias, ya fuera de manera gratuita u obteniendo con
ello un beneficio de cualquier tipo.
Todos sabiamos ya cómo era y por qué era asi nuestra querida Heidi, pero si lo dice un psicologo… ya es mas Seria la cosa xD
ya sabemos cómo se sentian Zuiyo Eizo y Johanna Spyri cómo se sentian al hacer Heidi, pero sobre todo sabemos de que rama viene Eriko Kishida y Takeo Watanabe (canciones)
Volcaron con esa nota. No se quien es el que autorizó a que salga ese articulo basura, que solo ensucia y falta el respeto a un personaje muy querido para las infancias de muchos. Es lamentable que un sitio tan bueno como éste, no filtre notas como éstas.
Son puntos de vista, Juan. No siempre todos la vamos a pensar de igual modo. Igual gracias por tu comentario. También las críticas nos ayudan a crecer y corregir errores!