Hoy vamos a descubrir la historia de la pelota pulpo. Cuando recordamos los antiguos juegos y juguetes, la pulpo, cuenta con un lugar destecado! La Pulpo, fabricada por la empresa de Gerildo Lanfranconi en Pinto 3740, es una parábola de la industria argentina del siglo veinte. Su hijo Juan Carlos, que continuó con el negocio familiar hasta su cierre definitivo en 1994, evoca con orgullo aquel pasado glorioso.
Calle. Empedrado. Grupo de amigos jugando un picado con los árboles y las paredes como arcos y la Pulpo como protagonista estelar. Postales de una Buenos Aires que ya no existe. Sin embargo, la entrañable pelota de goma perdura en la memoria de varias generaciones que se divirtieron durante seis décadas en las vacías arterias porteñas.
Todo empezó a comienzos de la década del veinte, cuando Gerildo Lanfranconi, un operario de la empresa Pirelli, decidió empezar su propio negocio alquilando unos terrenos en Pinto 3740, barrio de Saavedra, para dedicarse a elaborar productos derivados del caucho.
“Hacia 1930 hubo una crisis importante y mi padre dejó Pirelli con la intención de comprar unos terrenos y abrir su propia fábrica -recuerda Juan Carlos Lanfranconi-. Eran seis lotes de cincuenta varas. Su trabajo en Pirelli era básicamente mecánico: hacer moldes, matrices. En la industria de la goma hay dos cosas importantes: una de ellas es la mecánica, que consiste en hacer el molde de lo que se quiere fabricar, pero además está la parte química, que son los productos que deben intervenir en la fabricación de esa goma.
Como él tenía conocimiento de la pelota que hacía Pirelli, con tres estrellas y pulida, tenía los moldes necesarios. Entonces empezó a fabricar la pelota rayada, que para la época fue toda una novedad. De hecho patentó ese invento y por 25 años nadie pudo fabricar ese tipo de artículo”. Como ven, es toda una originalidad la historia de la pelota pulpo!
Hacia 1936 Lanfranconi creó la célebre pelota rayada de goma. Para ello ideó un sistema que le permitió inyectar goma de color rojo sobre la goma blanca, lo que determina el rayado que se hizo tradicional. Tiempo después, al rojo tradicional se le agregó el azul. “A la Pulpo original mi padre la trafilaba -explica Lanfranconi-. Eso significa darle espesor y forma a una goma que va saliendo por una trafila.
Esa goma sale de color rojo. Lo que hizo mi padre fue agregarle a esa trafila color rojo líneas blancas; en eso consistía la patente. Lo importante fue que todo era goma. La pelota se podía pinchar, desgastar, pero la línea blanca nunca se borraba”, comenta Lanfranconi acerca del secreto de la entrañable pelota.
El nombre Pulpo se originó en el apodo con que se conocía a Gerildo, por la fortaleza de sus brazos. “El era de contextura muy fuerte, le puedo asegurar que si le daba la mano le dolía -cuenta Lanfranconi-. De entrada la pelota fue un éxito rotundo, tan es así que Pirelli le vendió todas las máquinas de vulcanización a mi padre porque no pudieron competir.
El impacto fue total: los chicos se vieron de repente con una pelota rayada que tenía otros colores, otra vivacidad, y gustó de entrada. Entró por los ojos. Durante mis últimos años en la fábrica se seguían pidiendo las pelotas Pulpo. Nosotros llegamos a tener representación en todo el país. Se vendía en todos lados”. Y de este modo la historia de la pelota pulpo, entra a formar parte de la infancia de millones de chicos y chicas!
Hay una reminiscencia particular, un sonido único y característico que jamás nos abandonó, que nos transporta al pasado, y está siempre presente y latente en nuestra Alma.
Ese sonido es parte de nuestra historia, de pequeños sueños que hicieron grandes a muchos, y a muchos que grandes hoy, pueden tener la capacidad de volver a ser chicos.
Un sonido que nos unifica a muchos y que es particular a ciertas generaciones, desde y donde los chicos, solo llevaban pantalones cortos y la plaza diaria se llamaba voy a «la vereda de un amigo».
Algunos alcanzaron a acariciarla en la plaza con los sacachispas , y allí, su sonido se disipaba entre los pasamela, no seas morfón, no ves que estoy solo!!!
Científicamente supongo que es como un reflejo condicional, que de haber sido Pavlov contemporáneo con Don Gerildo Lanfranconi… no hubiese necesitado la campana y el can para descubrirlo.
Don Gerildo, un hacedor se sueños de reflejos condicionales… cuando en un pequeño rincón de la calle Pinto 3740 del barrio de Saavedra, instala su empresa en 1929 y habiendo pasado tan solo 7 años en 1936, crea esa sinfonía única, que sonaba con el repiquetear de una esférica rayada contra el piso o la pared del patio.
Sí, la célebre pelota rayada de goma Pulpo !!!
Escuchen, escuchen, la oyen ¿ no…?
Ese es un reflejo condicional !!!
¿o acaso no se les acelero el corazón? o no se les erizo parte de la piel, o no les invadió de repente una lagrima, o paso algo físico, emocional o ambos?
Eso por definición…. es un Reflejo MultiCondicional !!!!
Ese sonido, fue parte de nuestra soledad, como así de grandes encuentros y reuniones futboleras de nuestros primeros gritos de gol…
Sí, fue la creación del primer instrumento esférico sonoro a la tele auto transportación temporo espacial, creador de reflejos multicondicionales de un sin número de sensaciones, recuerdos, palpitaciones, alegrías, lagrimas, de poesía… Cuyo científico no recibió un premio Nobel, pese a haber hecho una notable contribución a nuestra humanidad…
En 1994, se cerraron las puertas de ese atelier, que no fue una fábrica de pelotas, sino el atelier de un lutier de reflejos multicondicionales, que guardamos en el alma, y que ahora y hoy se hicieron presentes para algunos de esa generación …
Consintiendonos, Pablo Gabriel Pérez, 15/07/2015 OIP