Mi padre tenia uno y estaba muy orgulloso de su taladro. Cada vez que había que agujerear en algún lugar de la casa el ya estaba preparado y listo con su precioso taladro. Eran otros tiempos. Ahora hacer un foro con un taladro eléctrico de los de hoy, es una diversión. En aquel entonces, en cambio, había que poseer músculos!
Durante miles de años se han utilizado dispositivos accionados manualmente, pero durante el último cuarto del siglo XIX apareció una nueva generación radicalmente mejorada de herramientas. Este surgimiento se vio favorecido por la maquinaria y los procesos modernos de producción en masa (como el de piezas intercambiables), así como por un aumento de la disponibilidad de materiales de calidad superior (metal en lugar de madera).
Entre otras consecuencias, proliferaron y se diversificaron las máquinas de taladrar; no obstante, sus días de gloria acabaron rápidamente. Estas herramientas accionadas manualmente no sólo representaron una gran mejora sobre sus predecesoras, sino que además cuentan con muchas ventajas frente a los taladros eléctricos que hoy en día utilizamos.
Durante la mayor parte de la historia humana, hacer un agujero en cualquier material había requerido de gran cantidad de tiempo y esfuerzo. La primera herramienta de perforación fue el punzón, una piedra afilada, sílex, cobre o punta de hueso, que podía atarse a un trozo de madera. El punzón se apretaba contra un objeto y luego iba rotando con la mano, muy parecido actualmente a un destornillador.
Un método primitivo alternativo era el “taladro manual” o “taladro de broca”, en el que un palo rotaba entre las palmas de las manos. Simultáneamente, podían utilizarse abrasivos como la arena para hacer más efectivo este método de perforación. Solía tratarse de tareas extremadamente intensivas, especialmente cuando el material que debía perforarse era muy resistente, como la piedra.