Es paradójico que la vida de un cómico haya comenzado con sufrimiento. Pero para los más optimistas, de lo malo surge algo bueno. Y en este caso, al menos, se cumplió. El 4 de septiembre de 1909, nació para hacer reír un grande del humor argentino, que supo dejar personajes y expresiones que aún persisten en el recuerdo de la gente y también en la televisión.
Su humor estuvo marcado por satirizaciones de ciertos aspectos de la existencia, en donde los absurdos jugaban una parte central, transformando en risa las acciones cotidianas de la vida. Universal, por cierto, ya que los elementos, personas y acciones con las que disparaban carcajadas cientos de espectadores, tenían la característica de ser simples y directos, fáciles de ser entendidos por cualquiera.
José Biondi, más conocido como Pepe Biondi, fue uno de los hijos que nacieron del amor de dos napolitanos, José Biondi y Angela Cavalieri, que habían venido a la Argentina en busca de mejores condiciones de vida, que no encontraron aquí tampoco.
Pepe Biondi, un grande del humor argentino
Pepe Biondi, un grande del humor argentino.Foto:Archivo
Así, Pepe Biondi conoció el dolor de la pobreza, pero también el sabor del éxito. América latina y parte de Europa siguieron a este hombre que siendo niño ya había comenzado a sentir el sabor de la comicidad.
El circo Anselmi, dirigido por Miguel Anselmi, fue el que permitió incursionar a este artista en el ámbito del espectáculo. Instalados a pocos metros de la casa de la familia Biondi, Chocolate (Juan Bonamorte, de origen brasilero), acróbata-payaso del circo, observó las habilidades cómicas de Pepe, que tan sólo tenía siete años, cuando éste jugaba en la puerta de su casa. El personaje circense pidió permiso para que Pepe se uniera al equipo. Dadas las condiciones económicas de la familia, José y Angela lo permitieron, sin saber que Chocolate enseñaría a su hijo el arte de la acrobacia a costa de maltratos. Pepe siguió las huellas del circo durante más o menos cinco años, alejado de su familia.
Cansado de las palizas y humillaciones de Chocolate, Pepe volvió a la casa de sus padres. Ante la continua pobreza de los Biondi, el cómico tuvo que continuar trabajando. Fue lustrabotas, repartidor y canillita.
Pero la suerte jugó de su lado, cuando en un encuentro inesperado con un antiguo compañero de trabajo del circo surgió una nueva propuesta. Volvió a sus andanzas artísticas circenses.
Su espíritu de lucha permitió que sobreviviera a penosas situaciones laborales y económicas que trascurrieron a lo largo de algunos años. Supo realizarse, además, en sus ambiciones personales. Por la situación que atravesaba su familia, Pepe no pudo ir a la escuela, pero logró deshacerse del analfabetismo. A los 16 años aprendió a leer y a escribir por sus propios medios.
En 1931, después de realizar el servicio militar, Biondi se marchó hacia Montevideo con una troupe de artistas de variedades. Ante el fracaso del espectáculo, volvió a Buenos Aires, donde se presentó en conocidos cabarets: Florida, Maipú Pigalle, el Chantecler.
Camino a la fama
En el circo Londres, Biondi conoció a quien sería su compañero de espectáculo por alrededor de 20 años. Con Dick, apodo de un ruso llamado Bernardo Zalman Ber Dvorkin, recorrió desde 1933 varios lugares de la Argentina, países de Europa y América, transportando la comicidad que hacía reír a sus espectadores.
Este año fue además significativo a nivel personal para Biondi. Conoció a su futura esposa, una cantante de tango, María Teresa Moraga, conocida como Teresita Maggi. En 1934 se casó con ella y tuvieron una hija, Margarita.
Junto a Dick, formó un dúo que fue adquiriendo popularidad. Primero en circos, luego en varietés.
Por desgracia, o quizá no, en 1941, realizando un espectáculo en Chile, cayó y se fisuró la columna, lo que le impidió seguir realizando acrobacias. Durante ese año, Pepe no perdió el tiempo. Junto a su compañero ideó un nuevo espectáculo, que se centraría en las famosas cachetadas y chistes hablados.
Luego de una recorrida por América Central, encontraron un gran éxito entre los mexicanos. En México fueron requeridos por grandes del teatro local, que deseaban que el dúo dejara en sus escenarios las huellas del exitoso humor. El debut fue en 1947 en El Patio, una de las salas más prestigiosas del país central; luego pasaron por el Esperanza Iris y El Trivoli.
Cuentan que Josephine Baker tenía que esperar largo rato en el teatro El Patio para comenzar su espectáculo, que seguía al del dúo Biondi-Dick, por las reiteradas aclamaciones del público a que los artistas continuaran el show. Baker terminó su contrato.
Así, con el pasar de los años, la suerte de Biondi había cambiado, y también su vida. El pasado de miseria había quedado atrás. Luego fueron invitados a Cuba. Más tarde emprendieron un viaje a Europa que también los aclamó. Actuaron en España y Portugal. Al volver a América, en 1952, se dirigieron al lugar de su mayor éxito, México. Allí, regresaron a El Patio y al Teatro Liceo, para realizar el show.
En la década del ´50 comenzó a ser furor la televisión. Terreno que supieron conquistar muy bien. En 1952 Dick y Biondi debutaron en la televisión mexicana. Se consagraron en 1953 con «El show de Dick y Biondi». En Cuba también adquirieron gran popularidad.
El problema surgió cuando Dick comenzó a sentir que el protagonismo en el dúo era de Biondi, por lo que decidió separarse, en 1956, y comenzar solo en Europa.
En Cuba, incitado por Goar Mestre, Biondi continuó el show, llamándose entonces «El show de Pepe Biondi». El cómico adquirió gran fama televisiva en ese país. Durante algunos años encabezó los puntajes de audiencia.
Sin embargo, los tiempos que se vivían en Cuba por 1958 no eran del todo buenos, y en ese año el cómico sufrió un secuestro antes de comenzar su programa. Después de esto Biondi decidió irse del país, pero antes los artistas cubanos le rindieron un homenaje en el Teatro Nacional.
Luego de cumplir con un contrato que le habían ofrecido en Venezuela, su rumbo cambió rotundamente. Una llamada de Goar Mestre, ya radicado en Buenos Aires, y a cargo de la programación de Canal 13, fue lo que decidió el destino de Pepe.
Todos los Pepes, el Pepe
«Viendo a Biondi», fue puesto en el aire en 1961, en Canal 13, con la dirección de María Inés Andrés. Se emitía los viernes a la 21.30 y duraba media hora. Su elenco estaba integrado por Delfor Medina, Mónica Grey, Gladis Manzini, Jaimito Cohen, Luisina Brando y el cubano Pepe Díaz Lastra (quien se había casado anteriormente con Margarita).
Aunque Biondi cautivaba a gran parte del público infantil, también se llevó los aplausos de los grandes.
Con este programa, en 1962, Pepe convocaba frente a la pantalla del televisor a 80 mil porteños (66,2 fue el rating promedio de esta emisión televisiva).
Los sketchs que realizaba el artista consistían en varios personajes, casi todos llevaban su nombre y deleitaban a los espectadores con su infinito humor. Las caracterizaciones eran parte de un fuerte trabajo de elaboración y del extraordinario don de comicidad que lo distinguía. Así, Biondi supo encarnar varias personificaciones: Pepe Curdeles, Pepe Galleta, Pepe Mamboleta, Pepe Estropajo y Pepe Luis, entre otros. También son recordables Narciso Bello, que caracterizaba a un hombre vanidoso que creía que las mujeres se enamoraban de su cuerpo, y el Sargento Tom (se lucía cuando se realizaban sátiras policiales).
En 1963 Biondi fue homenajeado por Aptra como mejor actor humorístico.
Su éxito siguió tanto, que en el año 1964 se llevaba el 60 por ciento de la audiencia, superando a trasmisiones como La familia Falcón, Casino Philips, Doctor Cándido Pérez, Señoras, El show de Dick Van Dicke, entre otros, y a otras transmisiones de grandes cómicos como Sandrini, Marrone y Pepe Iglesias.
En ese mismo año, la presidenta de la Liga de Familia y consejera televisiva de la revista católica Esquiú, Dora Carne G. De Weyland, celebró el humor «sano e ingenuo» de Pepe Biondi. El mismo artista calificaba a su comicidad como simple, sencilla y directa.
A fines de los años 60, Canal 13 dejó de emitir «Viendo a Biondi». Pepe había sufrido ya dos afecciones cardiovasculares, y su estado de salud no era bueno.
En 1972 este canal anunció el retiro del cómico de su pantalla y emitió un programa especial en su homenaje.
Sin embargo, su última emisión en tevé fue Biondirama, transmitido por Teleonce.
Murió a los 66 años, el 4 de octubre de 1975.
En cine
El cómico tuvo en la pantalla grande algunas participaciones como personaje secundario y otras como protagonista.
1939: Cándida
1940: De México llegó el amor
1940: Flecha de oro
1952: Música, mujeres y amor
1953: Mi Papá tuvo la culpa
1964: El desatrólogo (protagonista)
1967: Patapúfete (protagonista)
Paula María Martin Especial para LA NACION LINE
pmartin@lanacion.com.ar
Algunas frases recordadas:
Patapúfete
Qué suerte tengo para las desgracias
Lechuga para el canario
Ay, qué barbaridad , lo tenía acá, ahora lo tengo allá
Soy un buen muchacho, lástima que sea tan canalla
¡Uyuy, cómo pega la gorda!
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/641712-jose-pepe-biondi-un-comico-que-comenzo-a-los-golpes