El nombre de esta leyenda fue elegido debido a un imprevisto durante su proceso de producción. Generalmente, se calculaba que la máquina que cargaba las cerillas volcaba un promedio de 220 aproximadamente. Sin embargo, la primera cajita en completarse cargó exactamente 222 fósforos.
Por eso, la marca fue nombrada Tres Patitos debido a la forma del número 2, que se parece a un pato. Su historia se remonta a la unión de tres industrias de cerillas. Una de ellas, fundada en Barracas al Norte por Bolondo Lavigne & Cía., en 1877, otra iniciada en Barracas al Sur (Avellaneda) por A. Dellachá & Hno., en 1882 y una tercera instalada en el barrio de Belgrano en 1884, por Francisco Lavaggi e hijo, se unieron en 1889.
Así, crearon la Compañía General de Fósforos, que a partir de 1929 pasó a formar parte de la Compañía General de Fósforos Sud Americana Sa (Cgfsa). Unos años más tarde, la ampliación se dio el 21 de septiembre de 1961, cuando la Cgfsa inauguró una industria de fósforos construida en José León Suárez, región de Buenos Aires.
Con 4750 metros cuadrados cubiertos y un moderno equipamiento, hoy la factoría emplea a un centenar y medio de obreros y técnicos. Los fósforos de la leyenda son ecológicos, dado que se producen a partir de la plantación de montes propios de Cgfsa, que proveen la madera.
La materia prima, que es el álamo, está en un comercio forestal de la localidad de Campana, en una superficie de 623 hectáreas en la plantación Tajiber. Poco más de un siglo a posteriori, Tres Patitos es una de las marcasmás estimadas por los consumidores argentinos, principalmente porque está arraigada a los valores del hogar y lo casero.
De hecho, según los cálculos de la sucursal, todos los meses llega a más de 2.500.000 hogares de nuestro país.