Era como construirse un mini cine en casa. Se colocaban en una ranura las diapositivas, apuntabamos el visor hacia la luz y como por magia nuestras fotografías cobraban vida come si estuvieramos en un cine a todo color.
Con el nombre no nos dicen nada, ¿verdad? Pero así era como se llamaban. Y se encontraban principalmente en las funciones circenses. Recuerdo adecuadamente que en los intermedios se acercaban los fotógrafos a tomar fotografías a la comunidad y durante la segunda parte de la función se nos ofrecían estos lentes.
El secreto era que uno miraba por el hueco contra la iluminación y podías ver la fotografía iluminada. Era como poseer una pequeña proyección. Aún conservo algunos de mi niñez con mucho cariño.