Recuerdo que cuando era pibe habìa unos arboles de Moras cerca de mi casa. Estas plantas estaban totalmente libres y eran practicamente de todos y de nadie. E eso de las 4 de la tarde, cuando mis padres todavìa estaban en el sèptim o sueno de sus merecidos reposos de la tarde, me iba hasta el lugar de las moras que estaba situado a no mas de 200 metros de casa, y me hacìa unas panzadas impresionantes de moras negras.
Recuerdo su sabor super dulce. Eran una maravilla. Y era una maravilla el hecho que estaban allì, a disposiciòn de todos. No como ahora que las venden en las verdulerias y supermercados casi como artìculo de lujo o exòtico.
Claro, comprendo que es un mundo que ya no existe y me adapto a los tiempos modernos, pero me dan mucha pena los chicos de hoy, que no habràn nunca conocido ese mundo, mucho mas natural del que vivimos hoy!