Pedro Ríos (Yaguareté-Corá, septiembre de 1798 – Tacuarí, 9 de marzo de 1811), más conocido como el Tambor de Tacuarí, fue un niño que participó como soldado en el ejército de las Provincias Unidas del Río de la Plata, al mando de Manuel Belgrano, destacándose en la batalla de Tacuarí, donde murió en combate, tocando el tambor que alentaba a las tropas; de allí toma su apodo por el cual es conocido en la historiografía argentina.
Nació en septiembre de 1798 en Yaguareté-Corá ―aldea actualmente conocida como Concepción, en la provincia de Corrientes― siendo hijo de Antonio Ríos, un maestro rural. A pesar de la poca información que se tiene sobre Ríos, se conocen algunos datos gracias a la narración de Francisco Benítez, un cronista de Concepción, en su libro Homenaje justiciero, la estatua al Tambor del Tacuarí, que publicó en 1930.
Expedición de Belgrano al Paraguay
El entonces coronel Manuel Belgrano, fue designado al mando de la expedición militar al Paraguay por la Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata a nombre del señor don Fernando VII para someterla a su autoridad. El 25 de noviembre de 1810 pasaron por el pueblo de Yaguareté Corá donde pararon por unos días.
Allí incorporaron al ejército más soldados, en su mayoría aborígenes guaraníes. Luego de rezar en la capilla del pueblo, junto a la plana mayor, se presentó Ríos, que había cumplido doce años hacía apenas un par de meses atrás y solicitó insistentemente unirse al ejército.
A pesar de la negativa inicial de Belgrano, luego de mantener una conversación con su padre Antonio, quien le manifestó: «No solo doy mi consentimiento, sino también ruego que lo acepte, porque yo, con mis 65 años de existencia, soy un hombre anciano y la entrega de mi hijo es la única ofrenda que puedo hacer a la Patria». El niño Ríos se incorporó al mando del mayor Celestino Vidal, a quien ―debido a que se encontraba limitado por ceguera―, le sirvió como lazarillo.
El bautismo de fuego de Pedro Ríos, se produjo el 19 de enero de 1811, en la batalla de Paraguarí, donde Belgrano sufrió su primera derrota. Cumplió funciones en la retaguardia fortificando las carretas del parque de armas y el hospital de campaña. Como el encargado del tambor se había sumado al combate, a partir de ese momento tomó las funciones de guía con el tambor.
Ya en marcha, el tamborilero iba a la vanguardia de la infantería y como niño que era, ignoraba el peligro que corría.
En la batalla de Tacuarí, Pedro Ríos continuó guiando al mayor Vidal y además tocando el tambor. Cumpliendo sus funciones, fue alcanzado por dos proyectiles de fusil en el pecho, cayendo herido de gravedad y falleciendo minutos después.
Vidal dijo: «Lo recuerdo y me estremezco. Me parece estar viéndolo impasible avanzar a mi lado. Yo lo he visto caer y abandoné la lucha para socorrerlo. Murió de dos disparos en el pecho. Estoy seguro de que su muerte fue mi salvación, porque al detenerme, no caí como cayeron casi todos los del ala donde estábamos nosotros».