Según el cuento del diseñador industrial Hugo Kogan, en 1967 el poseedor de la administración Aurora regresó de uno de sus recorridos a Japón con un mecanismo piezoeléctrico fabricado en ese paraje. El mismo generaba, por el accionamiento automático de un dedo, chispas capaces de encender el butano de una hornalla o encendedor.
El fabricante garantizaba que el mecanismo produciría más de 950.000 chispas. De allí surgió la percepción de ofrecer una garantía de 104 años, calculados en base a 25 chispas diarias, lo que reforzaba el gusto de la gente por su obtención.
El director del departamento de proyecto de Aurora, Hugo Kogan, acometió entonces la actividad de planificar el artefacto que usaría ese dispositivo, proyecto que se muestra en la figura superior. El Magiclick capturò especialmente la mente de los más chicos, que lo usaban como pistola para desafiar a ser héroes de las películas de ciencia-ficción de la época.
Esto fue capitalizado por la publicidad de la agencia, que usaba frecuentemente niños y adolescentes para armar su venta. La primera patente de un mechero piezoeléctrico parece ser la obtenida por Sapphire-molectric en 1962 a la que siguió, en 1964, la de Mansei Koyo en Japón.
El primer mechero piezoeléctrico de mesa, el Maruman Business Table Lighter, fue comercializado en 1966. En 1968 se comenzó a entregar el primero de bolsillo, el Colibri Moletric 80, al que siguieron gran número de otras marcas.