A veces basta, un sonido, una canciòn, un determinado color, un aroma o aquel perfume. El sabor de una determinada comida. Una vieja publicidad, en algunas ocasiones, puede bastar para abrir el cajoncito donde dormìan nuestros recuerdos.
Y como por arte de magia nos asombramos nosotros mismos de oirnos exclamar: Huuuuuuy, te acordas te esto? Las publicidades son ideales para despertar nuestros recuerdos. Con su carga de sensaciones, sonidos y colores logran hacernos recordar de una experiencia, una historia, etc.
De esto les cuento en ESTE VIDEO y luego de la introducciòn, pueden ver una colecciòn de las mejores publicidades de aquellos tiempos. Espero les guste!